sábado, 3 de enero de 2009

PROYECTOS


Como es lógico, natural y está mandado, en la última noche del viejo 2008 estuve pensando.
No fui de copas, ni bailé, ni me puse el traje negro con lentejuelas que había visto en un escaparate. Solo me quedé en casa, apagué todas las luces y me asomé a la ventana.
¡Cielos, qué espectáculo!
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A pesar de la contaminación de las calles iluminadas, el cielo se había vestido de gala (negro y con lentejuelas, igual que el vestido que no me pude comprar) y estaba allí, esperando que alguien lo mirase.

Permanecí mucho rato asomada. Dieron las doce en la península, se atragantaron con las uvas en las Islas Canarias y yo continué en la ventana, perdiendo el tiempo, o quizás ganándolo, porque, como sin querer, fui haciendo proyectos para el muy nuevo 2009. Y uno de ellos fue abrir este blog, para contar cosillas, más o menos importantes, según el día.

Procuraré deciros hola cada jornada y me encantaría que alguien desde la calle, agitara su mano para corresponder a mi saludo, igual que hacía yo cuando me iba al trabajo y desde la esquina miraba a la ventana en la que mi madre sonreía. ¡Qué tiempos!

Nos vemos mañana.